El abandono escolar temprano es difícilmente remediable a los 19 años. A partir de esa edad, las medidas apenas funcionan. A los 19, un 12,5% del alumnado ha dejado los libros sin lograr el título más básico, el de ESO. Otro 20% lo tiene, pero también ha dejado los estudios, la mayoría de ellos, probablemente, tras intentar sin éxito graduarse en Bachillerato o FP.
En definitiva, un 32% se mantiene hasta los 24 años y deja a España como el tercer país europeo con más abandono escolar.
El objetivo de España es reducir a la mitad hasta 2020 ese porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que deja de estudiar sin graduarse, al menos, en Bachillerato o FP.
El Observatorio de la Educación de la Fundación 1º de Mayo de CC OO ha decidido indagar un poco más en la cuestión a través de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Los autores han repasado entre 2001 y 2009, la situación de los jóvenes nacidos en 1985 (no es un estudio longitudinal, pero es lo más parecido si no se hace un seguimiento individual del alumnado) para ver cómo se desarrolla y se materializa un problema que además es muy persistente: apenas se ha movido durante toda la década de ese 32% ( el doble de la media europea).
Así, lo primero que queda claro con el trabajo es que más de la mitad del abandono se produce habiendo obtenido el título de la ESO, luego las cifras de los que no alcanzan los objetivos básicos de la escolarización obligatoria (fracaso) y la de abandono no coinciden. Sin embargo, el dato sí es consistente con el seguimiento que el sociólogo de la Complutense Mariano Fernández Enguita hizo -en un trabajo del año pasado editado por La Caixa- de un grupo de 855 alumnos/as y que dio como resultado que el 57,2% abandonó en Bachillerato o FP.
En cuanto al resto, de ese 12,5% que han dejado los libros antes de conseguir la ESO, buena parte de ellos ni siquiera llegó a cursar 4º de ESO, y seguramente, tampoco 3º, cursos en los que se sitúan las principales medidas de apoyo contra el abandono escolar como la diversificación curricular (programas con contenidos suavizados y menos asignaturas y profesores) y los programas preprofesionales (PCPI). Tampoco este alumnado llegaría a alcanzar ese nuevo 4º de ESO con carácter orientador (bien hacia la FP o hacia el Bachillerato).
El caso es que antes de llegar a 4º ESO ya se han perdido muchos por el camino: la cifra de alumnos/as en ese curso es el 81% del total de los que empiezan primero. Un 15,8% de los alumnos ha repetido ya en primaria, con lo cual llegan a 1º de ESO con 13 años; repiten 1º con 14 años; pasan a 2º con 15 años y en ese año - si repiten 2º, en el curso siguiente- al finalizar, cumplen los 16 y pueden irse.
Es cierto que quizá repiten los alumnos que peor nivel tienen y por eso abandonan luego pero lo que queda claro es que con la repetición, tal y como está concebida ahora, no se soluciona el problema. Más del 80% de los que abandonan habiendo conseguido el título de ESO, han repetido algún curso, y por supuesto, la práctica totalidad de los que abandonan sin el graduado han repetido también.
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