La remodelación del cuarto curso de la ESO tendrá, definitivamente, tres vías distintas, un modelo que ya estaba en la LOCE y que pretende encaminar a los alumnos hacia el Bachillerato o la FP.
Según queda reflejado en el borrador de real decreto hecho público por el Ministerio de Educación, el cuarto curso de ESO tendrá tres vías distintas destinadas a encaminar a los alumnos hacia el Bachillerato o hacia la Formación Profesional. Se retoma así el modelo de itinerarios curriculares que ya recogió la Ley de Calidad de Pilar del Castillo aunque para tercer curso.
La reforma del último curso de educación obligatoria está en marcha. El borrador de real decreto dado a conocer por el ministro Ángel Gabilondo define un modelo que, para parte de la comunidad educativa, responde a los itinerarios marcados por la LOCE durante el último gobierno del Partido Popular. Ahora el ministerio toma el testigo adaptando a la Ley Orgánica de Educación unos principios de diversificación curricular que pretenden ayudar a reducir el fracaso escolar.
Y es que el cuarto de ESO es quizá el más problemático de toda la educación secundaria y donde se ceba el abandono. Los responsables educativos lo saben, de ahí que se estén tomando estas medidas. El objetivo de esta reforma no es otro que buscar salidas para los alumnos que no pueden o no quieren seguir el camino de las enseñanzas universitarias (que es casi lo mismo que decir “pasar a Bachillerato”). El decreto se debate estos días, no sin críticas: hay sectores sindicales que analizan con cautela la propuesta por segreadora.
Tres vías
Lo conocido hasta la fecha es que se ofrecerán tres vías a los alumnos de quince años: una enfocada al Bachillerato de Letras, otra al de Ciencias y una última a la Formación Profesional. En principio, la propuesta del MEC es que ninguna de ellas cierre las puertas al estudiante que decida cambiar de opinión al final de curso, aunque en la práctica lo razonable y viable es que ese cambio no se produzca.
Los alumnos estudiarán seis materias comunes (siete en las comunidades con lengua cooficial) y tres específicas de la vía elegida. Además, el borrador de real decreto establece tres nuevas asignaturas: Alimentación, Nutrición y Salud y Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional e Iniciativa Emprendedora, cuyos contenidos aún se están desarrollando. La reforma entrará en vigor, previsiblemente, en el curso 2012-2013.
Cada una de las opciones tiene tres asignaturas: hacia el bachillerato de Letras serán Educación Plástica y Visual, Latín y Música; para el de Ciencias, Biología y Geología, Física y Química, y Tecnología; y para FP, Alimentación, Nutrición y Salud, Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional y Tecnología. Los alumnos podrán cursar las tres en bloque o solo dos ellas y otra más a elegir entre las siguientes: Informática, Iniciativa Emprendedora y segunda Lengua Extranjera. De cada una habrá dos clases semanales.
Entre las seis materias obligatorias para todos los estudiantes aparece otra novedad: las dos versiones de Matemáticas. La primera está destinada a los alumnos que piensan seguir estudiando la asignatura en Bachillerato y la otra para los que no. De esta redacción la comunidad educativa ha entendido que se establecerán dos niveles de exigencia, pero el decreto insiste en que ambas deben garantizar igualmente las competencias marcadas por la LOE.
De momento, la voz más crítica sobre estos cambios ha sido la de la Confederación de Asociaciones Padres de Alumnos (CEAPA), mayoritaria en la escuela pública. Esta organización teme que "muchos institutos utilizarán las opciones de 4º para separar al alumnado según sus capacidades".
Más cambios
El borrador se refiere también a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) pensados para los alumnos en mayor riesgo de acabar la educación obligatoria sin el título. Se adelanta un año su oferta (a los quince) y se incluyen dos partes en el currículum: una obligatoria, de enseñanza básica y formación profesional, y otra voluntaria, con la que podrán obtener el título de ESO. El modelo también permite que los módulos obligatorios den acceso directo a la FP de grado medio sin necesidad de tener el título de secundaria ni pasar un examen de acceso. Los PCPI tendrán una duración de dos años.
En definitiva, lo que se pretende con todas estas medidas es reducir el fracaso escolar y también que los alumnos no salgan de las aulas sin un título mínimo que les permita moverse por el mercado laboral. Así, los institutos expedirán un certificado de estudios en el que quedarán reflejadas las materias que el alumno aprobó durante el tiempo que estuvo en el instituto y la formación que le haría falta para completar la ESO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario