El sistema educativo español presenta algunas deficiencias que le separan de los países de su entorno y de la UE-27. Ratios de alumno por clase elevados y una mayor matriculación en centros privados que públicos, junto con una reducida importancia de la Formación Profesional y escasez de profesorado, son algunas de las diferencias con Europa que hay que solventar. Para mejorar esta situación se necesitan medidas concretas y un aumento de la inversión en el sector educativo.
El fracaso y el abandono escolar son dos de los principales problemas a los que tiene que enfrentarse el sistema educativo español, según se desprende del estudio Educación en España. Situaciones, problemas y propuestas que ha elaborado el Gabinete de Estudios de la Federación de Enseñanza de CCOO con la coordinación de la secretaría de Política Educativa.
En el informe se ponen de manifiesto una serie de problemas que, además, están dificultando no sólo la formación de los jóvenes, sino también que el sistema educativo pueda mejorarse y se resuelvan carencias en las condiciones de escolarización, la atención adecuada a la diversidad del alumno o las deficiencias en materiales y recursos humanos en los centros en los que es habitual encontrar plantillas y personal educativo que son insuficientes.
Estos problemas están impidiendo asimismo que la educación en España converja con los niveles europeos. Y es que las diferencias con los países de la Unión Europea son notables. Por ejemplo, en la educación primaria, España dista en 23 puntos porcentuales de la media de la UE en matriculación de alumnos de primaria en centros públicos, mientras que supera en 22 puntos porcentuales el porcentaje de alumnos en este tramo educativo que están matriculados en centros privados concertados. Del total de los 27 países de la UE, España, junto con Bélgica y Malta, están a la cola en matriculación pública en educación primaria.
Unas diferencias que también son notables en el caso de la Enseñanza Secundaria en la que España está a 20,1 puntos porcentuales por debajo de la media de escolarización en centros públicos, mientras se vuelve a superar la media europea en centros privados concertados al igual que en primaria, superando en este caso los 20,5 puntos porcentuales. De esta manera, España vuelve a situarse nuevamente como el país, junto con Bélgica y Malta, que menos plazas públicas oferta en la ESO. Un dato que contrasta con el hecho de que 19 de los 27 países de la UE superen el 90% de los alumnos en este tramo educativo que están matriculados en centros públicos.
Referente a la Formación Profesional de Grado Medio, el informe refleja que España también está lejos de la media de la UE. Por ejemplo, en el año 2006, se graduaron en FP de Grado Medio el 35% de los jóvenes en edad de hacerlo, mientras que la media de la OCDE es del 45% y la de la UE es del 51%.
Además, en España se da una importante desproporción entre el Bachillerato y los Ciclos Medios de FP, ya que las tasas de titulados en bachiller suponen más del doble que las de FP. Una desproporción que no existe en la UE, territorio en el que la situación es a la inversa y que para corregirla en España se precisan de medidas como la articulación de procesos formales de información y orientación sobre las diferentes opciones formativas postobligatorias para los alumnos y alumnas de 4º de ESO, sobre todo, en los centros sostenidos con fondos públicos.
También es necesario que en la Formación Profesional de Grado Superior, en la que existe un considerable desnivel en su implantación en España en relación a los países del entorno, se pongan medidas de planificación y de orientación profesional que potencien este nivel formativo y se incida en su vinculación con la universidad.
Según el informe de CCOO, para solucionar estas diferencias con los países del entorno se precisa el compromiso de los poderes públicos y la decidida apuesta del Ministerio de Educación y las Administraciones autónomas para incrementar la inversión educativa, que debería suponer el 7% del PIB español. De esta inversión, una parte debe destinarse a la Formación Profesional para revalorizarla y poder expandir estos estudios en España.
Sin embargo, este preciso aumento de la inversión en general en el campo educativo dista del recorte salarial de los empleados públicos de este sector, así como de las partidas presupuestarias destinadas a educación con las que se limitan las posibilidades de desarrollo y mejora del sistema educativo y de disponer de los docentes necesarios ante las menores convocatorias de ofertas de empleo.
Un aspecto que es realmente preocupante por que el ratio de alumnos por profesor en España es el más elevado de la Unión Europea en la Educación Secundaria, ocupando una posición intermedia en el caso de Primaria.
Además de esta medida, CCOO considera que también deben llevarse a cabo otras iniciativas que conduzcan al reconocimiento efectivo de la labor educativa, dado que los profesionales de la enseñanza son clave para acometer una mejora de la educación. Para ello, se sigue reclamando la negociación del Estatuto Docente en el que se recojan los derechos y las obligaciones de este colectivo de profesionales y se puedan atender las reivindicaciones del sector.
Entre otras medidas, el sindicato en su informe también aboga por garantizar la escolarización a edades tempranas, de manera que se pueda hacer frente al abandono escolar, además de introducir medidas preventivas en educación infantil y primaria y acometer un plan de choque en Educación Secundaria Obligatoria.
Asimismo, se incide en la importancia de extender la oferta de plazas públicas de calidad a todos los niveles educativos y en todas las comunidades autónomas españolas y en la conveniencia de asegurar la gratuidad y equidad de escolarización en el régimen de conciertos, así como ampliar y diversificar la oferta de Programas de Cualificación Profesional Inicial en todos los centros de la red pública.
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