viernes, 11 de marzo de 2011

LA ESCRITURA DE LOS ADOLESCENTES


Estamos en la era de la globalización y debemos a Internet que hoy se escriba más que nunca. La mayoría de nuestros adolescentes pasa más tiempo escribiendo que cualquier generación anterior a su edad. Sin embargo, desde el punto de vista de su rendimiento académico, la escritura es uno de los puntos débiles de los adolescentes de hoy.
Para determinar las fortalezas y debilidades de la enseñanza de la escritura a adolescentes debemos tener presente que nos encontramos en un momento cultural de transición: estamos pasando de un modelo de alfabetización fuertemente asociado a la cultura escrita a un nuevo modelo basado en la cultura digital en el que tecnología y escritura interactúan.
Por otra parte, los protagonistas de esta nueva cultura digital, y muy especialmente de las nuevas tecnologías de relación, son precisamente los adolescentes.
Las siguientes ideas se basan en los resultados del estudio Writing, Technology & Teens realizado por The Pew Internet and American Life Project y pueden servir de aproximación a la escritura desde el punto de vista de los adolescentes de hoy.

¿Escribir no es lo mismo que comunicarse por escrito?
Una gran parte de los adolescentes en la actualidad pasa horas y horas cada día componiendo textos escritos en sus ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos portátiles, sin embargo estos textos electrónicos no son considerados “escritura real” por los autores del estudio. Según esta publicación “La escritura de emails o mensajes instantáneos y la que se produce como consecuencia de la intervención en redes sociales tiene para ellos el mismo peso que la comunicación que se produce al hablar por teléfono o intercambiar saludos e información rápida por los pasillos. Para los adolescentes existe una disociación entre “comunicación electrónica por escrito” y “escritura” en su sentido “tradicional”.” Si esto es así, ¿para cuándo se pospone el uso de las reglas ortográficas y de expresión?, ¿cómo pueden aprender algo que no practican en su vida diaria?
Escritura y tecnología ¿cantidad y calidad?
La mayoría de los adolescentes no cree que el uso del ordenador aporte grandes ventajas de por sí a la hora de mejorar sus habilidades de escritura; aprecia su capacidad para revisar y editar textos con facilidad pero no siente que éste ayude a mejorar ni la escritura ni la calidad de sus ideas. Evidentemente el uso de las herramientas que ofrece el word no está dentro de su formación ni de su interés.
Por otra parte, la mayoría de los adolescentes considera que sus actividades de comunicación electrónica personal tienen poco impacto en sus habilidades generales de escritura y cree que poseer tecnología guarda poca relación con los tipos de escritura que desarrolla, con la frecuencia con que escribe fuera de la escuela y con el disfrute derivado del hecho de escribir. Esto es un hecho sobre el que debíamos reflexionar seriamente y desde las instancias educativas debería fomentarse una alfabetización lingüística en el terreno digital.

La importancia de la motivación para escribir y el uso de las tecnologías
Los adolescentes se sienten motivados para escribir bien cuando reciben una buena retroalimentación, especialmente si proviene de un buen profesorado y, a pesar de que emplean ordenadores para realizar sus trabajos escolares, señalan que suelen elaborar sus borradores a mano. El estudio señala también que los adolescentes “multicanal” suelen ser excelentes comunicadores pero no excelentes escritores y que los adolescentes blogueros desarrollan más tipos de escritura y escriben más frecuentemente que el resto, y no solamente en Internet.

Confianza o desconfianza en el desarrollo de la escritura utilizando tecnología
La mayoría de los adolescentes y sus padres reconocen que poder escribir bien es un aspecto fundamental para el éxito futuro, sin embargo los padres muestran más confianza que los hijos en los efectos positivos de la tecnología a la hora de mejorar las habilidades de escritura. Los padres de adolescentes asumen en mayor medida que la tecnología resulta de ayuda para escribir mejor debido a la facilidad que ofrece para editar y revisar, para presentar ideas con más claridad y porque ayuda a ser más creativo y a comunicarse mejor. Resulta evidente que los padres y madres de estos adolescentes no ayudan a mejorar el rendimiento académico del alumnado con respecto a la escritura si lo único que fomentan es el uso de la tecnología y no los medios tradicionales de aprendizaje.
En definitiva, los propios adolescentes resaltan que la tecnología no contribuye a esforzarse, propicia una menor atención y un tipo de escritura más rápida y menos cuidadosa.
Uno de las herramientas más eficaces que puede utilizar el profesorado es incrementar el tiempo de escritura en el aula, obligándoles a redactar textos que impliquen esfuerzo y atención.

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