jueves, 26 de mayo de 2011

Construir la Revolución. Arte y arquitectura en Rusia, 1915-1935


Estamos acostumbrados a pensar que los símbolos de las revoluciones están hechos de mármol y que se tiran al suelo cuando la revolución no triunfa u otro régimen se le sustituye. Pero hay veces que la revolución está hecha de ladrillos y ocupa centenares de metros cuadrados. Lo que pasa en estos casos es que los símbolos permanecen, quizás rodeados de nuevas casas, nuevas oficinas, nuevas tiendas que ocultan poco a poco su brillo pero sobreviven al tiempo. Esto es lo que ha sucedido con algunas de las joyas de la arquitectura rusa que - en los años que siguieron a las revoluciones de 1917 de las que surgió el Estado Soviético - aunaron las energías creativas de artistas y arquitectos cuyas miradas estaban puestas en un único objetivo: construir un nuevo lenguaje visual.




El CaixaForum de Madrid descubre en su nueva exposición uno de los periodos más excepcionales de la historia de la arquitectura y las artes visuales. Construir la Revolución. Arte y arquitectura en Rusia, 1915-1935 nos acerca a la obra de artistas del movimiento constructivista, arquitectos rusos y europeos que participaron en un proyecto colectivo para crear una nueva sociedad sobre la base de las ideas socialistas.


Un recorrido por más de 200 piezas, entre maquetas, obras plásticas y fotografías, que repasan un movimiento que nació para cubrir las necesidades constructivas de un nuevo estado y que caracterizó los primeros años del arte soviético. Modelo para los arquitectos del movimiento moderno, la arquitectura soviética se basa en una idea de funcionalidad.
Los trabajos de arquitectos como Konstatín Mélnikov, Moisei Guínzburg, Valdimir Tatlin, Iliá Gólosov, Le Corbusier o Erick Mendelsohn, y de artistas como Liubov Popova o Alexandr Ródchenko están presentes en esta exposición, que se completa con un conjunto de fotografías contemporáneas de algunos de los edificios más significativos.
El punto neurálgico de la muestra son las imágenes de gran tamaño hechas por el fotógrafo británico Richard Pare entre 1992 y 2010 y que muestran el estado en el que estos edificios revolucionarios se encuentran actualmente, mientras en las vitrinas - como en un espejo - se exponen los documentos que catalogaban estos edificios y las fotos originales procedentes del Museo Estatal de Arquitectura Shúsev de Moscú que salen de Rusia por primera vez en ocasión de esta exposición.

Algunos de estos edificios ahora están totalmente vacíos, otros se han integrado en el nuevo paisaje urbano encontrando un nuevo uso. Es probable que caminando por las calles de Moscú donde diferentes estilos arquitectónicos se mezclan de una manera casi salvaje, el visitador ni siquiera se fijaría en estas obras de arte práctico pero no por eso menos dignas de estar en un museo.






Así, podemos contemplar un arte muy característico del socialismo ruso, en el que el estilo arquitectónico no debía estar sometido a los dictados imperiales y burgueses del pasado. Edificios sostenidos por pilotis o pilares, sin ornamentación, con ventanas horizontales y cubiertas planas.
Vemos edificios administrativos, industriales, viviendas, de educación, salud y ocio. Algunos tan representativos como la sede central de la Unión Central de Cooperativas de Consumo, la colosal central hidroeléctrica DneproGES en Ucrania, la colonia obrera Traktornaya ulitsa en San Petersburgo, el club de trabajadores Rusakov o el Mausoleo de Lenin.

Construir la Revolución. Arte y arquitectura en Rusia, 1915-1935Del 25 de mayo al 18 de septiembre
CaixaForum Madrid
Paseo del Prado, 36
De lunes a domingo, de 10.00 a 20.00 horas
Entrada gratuita

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