sábado, 14 de mayo de 2011

LAS NUEVAS NECESIDADES EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO

En la la mayor parte de los países más desarrollados la clave para mejorar el rendimiento del alumnado y la calidad del sistema educativo estriba en la buena selección, formación inicial y permanente del profesorado, así como su continua incentivación y motivación.
Los países que han obtenido los mejores resultados en los distintos informes PISA, Japón, Corea, Finlandia o Singapur, coinciden en seleccionar muy bien a sus futuros profesores, entre los estudiantes que presentan mejor expediente y después de una rigurosa entrevista donde demuestran sus competencias emocionales y docentes.
El último informe McKinsey titulado: “Cerrando la brecha al talento: atraer y retener al tercio más alto a la enseñanza” insiste en la importancia del profesorado para elevar la calidad de la educación. En un trabajo realizado sobre los sistemas educativos de más de 50 países pone de manifiesto que los sistemas educativos de mejores resultados reclutan, forman y retienen el 100% de sus cuerpos docentes del tercio superior de cada cohorte educativa y los seleccionan con otras cualidades personales.
Tal como manifiesta la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) abandonan la Universidad sin titulación alrededor de 90.000 alumnos por cada curso, que supone más de un 40% de abandono con respecto al total. Una cifra muy superior a la media europea del 16%. Las cifras de abandono escolar en todas las etapas educativas e incluso en la propia Universidad inciden en la necesidad de un cambio profundo en la metodología docente, en la orientación educativa, en la formación inicial y permanente del profesorado, en los currículos educativos y en los espacios y tiempos escolares. También en la necesidad de mejorar la orientación profesional y académica y en la coordinación entre las diversas etapas educativas.
En ese sentido habría que tener en cuenta iniciativas exitosas de otros países tales como: “Teach for America” de EEUU, “Teach fist” de Gran Bretaña o “Beca: vocación de profesor” de Chile; consistentes básicamente en captar y becar a los mejores alumnos para que se formen en otros países y después se dediquen a la educación.


Desde septiembre de 2009 se han puesto en marcha las titulaciones de grado de Maestro de Ed. Infantil, de Maestro de Ed. Primaria y de Profesor de Ed. Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas.
La formación inicial del profesorado de Educación Secundaria plantea que después de realizar un título de grado en cualquier especialidad se realizará un máster de 60 ECTS. Estos másteres para el profesorado en Secundaria sustituyen a los antiguos Cursos de Aptitud Pedagógica (CAP). El gran cambio es que el nuevo profesorado de educación secundaria necesita realizar prácticas reales en los centros educativos. Para ello se seleccionan determinados centros y profesores para que sean los tutores de dichos alumnos.
Nuevas necesidades

El profesorado necesita formación inicial y permanente adaptada a las nuevas necesidades. Todavía no se está realizando una formación psicopedagógica de calidad que dé respuesta a los problemas que se encuentran nuestros docentes en las aulas. La realidad de la sociedad actual cambia muy deprisa y nos tememos que las aulas universitarias no siguen ese mismo ritmo. No es lo mismo dar clase a un grupo homogéneo que a otro heterogéneo, con diferentes capacidades y rendimiento tanto por debajo como por arriba. Es necesario conocer problemáticas que antes no existían o se desconocían, como los alumnos disruptivos, la desmotivación, el déficit de atención, la hiperactividad, las ludopatías, la anorexia, la bulimia, el ciberbullying o la drogadicción. También precisan formación en temas tales como: materiales específicos para trabajar en esa diversidad, agrupamientos más flexibles, las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, evaluación, mejora de la tutoría, medidas para mejorar la convivencia en la comunidad educativa, etc. Lo que está claro es que precisan de soluciones y experiencias prácticas que ya se han puesto en marcha en los centros educativos.
No es fácil adaptarse a las nuevas demandas sociales, y más en tiempos de cambios tan rápidos. Ahora la sociedad es más exigente con los docentes, y no sólo les pide que eduquen en conocimientos, sino que se adapten además a los nuevos problemas en materias como la educación en igualdad, la educación sexual o la violencia e
integración.

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